ENFOQUE

LIBERTAD DE PRENSA PARA UNA COMUNICACION CONSTRUCTIVA

En numerosos momentos de nuestras vidas hemos escuchado frases como las siguientes: Esa pareja terminó porque no tenía comunicación, falta más comunicación entre padres e hijos, existe un problema de comunicación para transmitir los logros que hemos obtenido como gobierno, etc. Consideramos estos tres ejemplos más que suficientes como para reconfirmar que la comunicación es vital en diferentes aspectos de nuestras vidas, no sólo como hijos o amigos sino también como ciudadanos y profesionales, o futuros profesionales. La comunicación – verbal o no verbal - nos da la oportunidad de desenvolvernos en el mundo como sujetos pensantes y actuantes, nos da los instrumentos para mantener una realidad tal como está si nos mostramos partidarios del statu quo, como también nos da la opción de modificarla, construirla, o destruirla.

A propósito de la realidad peruana, no nos deja de llamar la atención ciertos problemas sociales que se han vuelto crónicos y preocupantes: la violencia, la corrupción, la falta de práctica de valores tanto dentro como fuera del hogar, la crisis de la educación y del deporte, etc.

Muchas veces, algunos medios de comunicación, tanto de prensa escrita, radial, televisiva y de internet, ha hecho no sólo uso, sino también abuso, de su libertad para comunicar sus puntos de vista respecto de estos problemas sociales, mezclando inadecuadamente opinión con información. Si la libertad es la capacidad que tiene el ser humano de poder hacer lo que debe hacer, habría que reexaminar cuál es la tarea de los comunicadores sociales teniendo a la mano la libertad de prensa: ¿Qué hechos deben comunicar? Y no sólo eso, de esta primera pregunta se derivan otras: cómo, cuándo, dónde y a quién se los deben comunicar como prioridad

Somos conscientes que la palabra “deber” no suena muy agradable a los oídos de ciertos directores o dueños de medios, menos a periodistas que dependen del sensacionalismo y del chisme para ejercer su carrera y mantenerse en ella. Sin embargo, en un mundo tan mediático como el que vivimos, donde los primeros valores y mensajes que aprenden nuestras nuevas generaciones ya no están en la interacción familiar sino en la llamada pantalla chica, en la emisora radial, en el primer periódico que ven en la calle o en la primera página WEB que abren en una cabina, sería irresponsable de nuestra parte no exigir un mínimo de reflexión sobre el uso que están haciendo los comunicadores sociales de esa libertad de expresión de la que disponen todos los días.
El título de nuestra ponencia es “Libertad de prensa para una comunicación constructiva”, pero ¿qué es o en qué consiste una comunicación de este tipo?
Una comunicación constructiva es más que un simple proceso de codificación y transmisión de mensajes por parte de un emisor a un receptor. El calificativo “constructiva” le otorga al conocido concepto de comunicación un carácter especial, un plus. Comunicarse de manera constructiva es dar a conocer no sólo hechos objetivos, sino también sentimientos e ideas edificantes y reconfortantes. Pero no nos debemos quedar solamente en las cualidades del mensaje, en las cualidades del producto. Hay que situar también el concepto de comunicación constructiva desde la óptica del quehacer mismo, de la acción comunicativa.

Este intercambio de información, emociones y significados debe darse de manera constructiva y continua, sin ambigüedades deliberadas que conduzcan a la confusión ni agresiones personales que lleven a la violencia. Hay que prepararse para manejar esa nave maravillosa que es la libertad. Si lo hacemos bien, nos permitirá observar la realidad desde diferentes ángulos; en cambio, si somos presa de nuestros impulsos y tomamos el timón sin cuidado - olvidándonos incluso de los controles – chocaremos o nos estrellaremos. Así de simple.

Entre las condiciones para la existencia y el desarrollo de una comunicación constructiva - a nivel de medios de comunicación masiva - nos parece que se debería prestar atención a las siguientes:


Emisores competentes, responsables y honestos
Receptores competentes, tolerantes y dialogantes
Mensajes con un contenido veraz y constructivo
El código de esta comunicación debe ser una lengua estándar, accesible al público pero sin incurrir por eso en conceptos demasiado superficiales. Hay que tratar de hacerse entender sin rebajar el idioma.
El canal de esta comunicación debe estar libre de ruidos e interferencias
El contexto de esta comunicación constructiva debe ser una libertad de prensa bien entendida, enmarcada en un sistema de gobierno democrático

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